viernes, 17 de marzo de 2023

Festival LGBTQ+ - Segunda jornada

 


Para la segunda jornada de mi festival LGBTQ+ comienzo con Plynace wiezowce (Floating Skyscrapers / Rascacielos flotantes) de 2013, película polaca escrita y dirigida por Tomasz Wasilewski.

Kuba (Mateusz Banasiuk) vive con su madre Ewa (Katarzyna Herman) y su novia Sylwia (Marta Nieradkiewicz). Kuba es un nadador talentoso que intenta ingresar al equipo olímpico. Y un poco por casualidad y otro poco porque tarde o temprano tenía que pasar, se enamora de Michal (Bartosz Gelner). Pero la decisión de Kuba de aceptar su homosexualidad no le será nada fácil, dado que las mujeres que lo rodean, madre y novia, son acérrimas defensoras de la heteronormatividad patriarcal. Como la mayoría de la sociedad en la que viven.

Estos Rascacielos flotantes conmueven, interpelan, perduran. Durante siglos significaron la infelicidad (y a veces la muerte) de miles de personas.


Sigo mi festival con The Man With The Answers, coproducción chipriota-creco-italiana de 2021, escrita y dirigida por Stelios Kammitsis.

Victoras (Vasilis Magouliotis) va de mal en peor. No tiene trabajo estable, del temporal que tenía le dicen que ya no lo necesitan, situación nada desconocida en la Grecia contemporánea en la que transcurre la acción, para colmo no va y se muere la abuela con la que vivía y su madre con la que se comunica esporádicamente por teléfono no dejará ni por un segundo a su nueva familia en Alemania para acompañarlo. Victoras que es un clavadista de competición venderá las medallas de oro obtenidas, desempolvará un viejo Audi que la madre dejó atrás y se irá a buscarla para echarle en cara su abandono. Y en el camino, se topará con Mathias (Anton Weil), un alemán que es al menos en personalidad su opuesto.

Este hombre con las respuestas es una mezcla amable de road movie y buddy movie que sabe lo que hace y adónde se dirige. Se sigue con deleite.


Termino mi segunda jornada con Hot Guys With Guns, película de 2023, escrita y dirigida por Doug Spearman. Ejemplo de gay sexploitation si los hay. Patrick “Pip” Armstrong (Brian McArdle) participa de una orgía donde todos son drogados y robados. A él le robaron un Rolex que le dejó su padre y se llevaron el auto de lujo que maneja. Como a la policía no puede recurrir, le pide ayuda a su exnovio, Danny Lohman (Marc Anthony Samuel), camarero aspirante a actor, que como ambiciona participar de una serie policial toma un curso de detective, dictado por un expolicía o exdetective, no queda claro y no importa, Jimmy Peppice (Alan Blumenfeld). El slogan de la película dice “Es como si en Arma mortal, Mel Gibson y Danny Glover fueran jóvenes y sexis exnovios” En realidad podrían no ser ex, pero la mamá de Pip, Patricia Armstrong (Joan Ryan) una delirante certificada no le gusta Danny para su hijo.

Cuando empecé a ver cine, el cine de explotación era mal mirado, era como el hijo bastardo de los géneros, pero después vino el postmodernismo y nos liberó de las cadenas del esnobismo y nos hizo admitir que todos los géneros son iguales ante el dios-pantalla.

El cine de sexploitation tiene sus propias reglas y parámetros. Por sobre todo debe ser disparatado, excéntrico, caótico, ilógico y muy divertido. Y este ejemplo es todo eso, así que para espanto del típico espectador neoclásico, concluimos que se trata de un buen film. Y si alguien no está de acuerdo, como dice el lugar común de las películas de los noventa…Sue me!

Fin de la segunda jornada

Gustavo Monteros

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