Programa doble, sección en la que repasamos dos películas con aspectos en común.
Hoy: La cascada - Refugiado
En Pu bu (The Falls, La cascada, Mong-Hong Chung, 2021) Xiao Jing (Gingle Wang) parece
al principio de la película la típica adolescente en crisis, le hace la vida
imposible a su mamá, Lo Pin-wen (Alyssa Chia), la maltrata y destrata todo lo
que puede. Pero estamos en Taiwán en plena cuarentena por la COVID y el
encierro hace que a mamá la mente le juegue una mala pasada y deba depender de
la hija, que se ve en la obligación de madurar a la máxima celeridad posible.
La pobre mamá Lo Pin-wen tenía motivos de sobra para que le lloviera el techo:
no había terminado de asimilar un divorcio con un conyugue que hasta ya tenía
un hijo con la otra antes de separarse, la echaron del trabajo, está acuciada
de deudas porque lleva años viviendo más allá de sus posibilidades y siente que
la hija la culpa hasta del aire que respira. Pero como no todo es maldad y es
posible hallar remedio si uno identifica el problema y puede expresarlo, de a
poco irá saliendo. La razón de por qué el film se titula como se titula, le agrega
un elemento fantástico al desencadenamiento de la psicosis que la llevó a
perder la razón.
En Refugiado
(Diego Lerman, 2014) Matías (Sebastián Molinaro) espera en vano en un pelotero que
su mamá Laura (Julieta Díaz) lo venga a buscar al término de una fiesta de cumpleaños.
La mamá de la cumpleañera lo llevará a su casa y al llegar descubrirán a Laura
en el piso de la cocina, inconsciente y golpeada, tras una paliza propinada por
su pareja Fabián (Agustín Rittano). Laura y Matías empiezan, entonces, un accidentado
peregrinaje para apartarse de la violencia incontenida de Fabián. Laura intuye,
y todos concordamos, que no habrá una próxima vez en que ella pueda contar el
cuento. Si la hay, ella saldrá muerta. Pero los malos amores como los peores
hábitos son difíciles de dejar. ¿Podrá?
La
cascada y Refugiado se
centran en dos mujeres desvalidas. Por suerte en ambas historias (más en La cascada, a decir verdad) hay gente
buena, generosa, amable, dispuesta a ayudar. La corroboración, aunque sea en la
ficción, devuelve la fe en lo humano. Por un rato.
Gustavo Monteros
La
cascada y Refugiado
pueden verse actualmente en Netflix
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