El humor no ha dejado títere con cabeza. Se ha
reído incluso de esos temas “importantes” considerados tabú durante siglos. Limitaré
los ejemplos al arte de la representación (teatro y cine), la ficción, en sus
vertientes de novela y cuento, ha sido incluso más abarcadora. Se ha reído ¿del
fascismo? La irresistible ascensión de
Arturo Ui de Bertold Brecht; ¿del nazismo y sus campos de concentración?
(dejaré de lado por la ambigüedad que me provocan La vita e bella de Benigni y la reciente Jo Jo Rabbit de Taika Waititi y consignaré las luminosas) Ser o no ser de Lubitsch (reformulada
con no menos brillantez por Mel Brooks); ¿de las purgas stalinistas? Ninotchka de Ernst Lubitsch; ¿de la dictadura
argentina y los desaparecidos? El nuevo
mundo de Carlos Somigliana; ¿de la tortura? Muerte accidental de un anarquista de Dario Fo; ¿de la muerte? Una visita inoportuna de Copi; ¿de las
sexualidades diferentes? Los productores
de Mel Brooks; ¿de la miseria y la pobreza? Feos,
sucios y malos de Ettore Scola; y así hay muchos ejemplos más para la
cartera de la dama y el bolsillo del caballero.
Esta enumeración viene a cuento de Isi & Ossi (Oliver Kienle, 2020)
comedia romántica alemana que puede verse en Netflix.
El argumento parte del siempre rendidor
esquema de Romeo y Julieta de don
Shakepeare. Niña hija de la riquísima alta burguesía se enamora de retoño del
lumpenaje más rancio. El entorno de cada uno permitirá reírse de las
diferencias sociales, étnicas, sexuales, intelectuales, etcétera, sin provocar
el menor escozor de culpabilidad, porque como todos los ejemplos mencionados,
abreva en la buena leche.
Ese es el secreto del humor para reírse de lo
que sea sin ofender: la buena leche.
Como se dijo, esta deliciosa y colorida
comedia se puede disfrutar en Netflx.
Hasta mañana
Gustavo Monteros
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