A la hora del amor,
nadie acierta, todos nos equivocamos.
A la hora del dolor,
nadie gana, todos perdemos.
A la hora de la
ausencia, más que amor, todo es dolor.
Jay (Roy Chiu), Liu
Sanlian (Ying-Xuan Hsieh) y el adolescente Song Chengxi (Joseph Huang) se gritan,
se insultan, se golpean, se lastiman. Giran enloquecidos, sin vergüenza, pero
también sin consuelo. Han perdido a Song Zhengyuan (Spark Chen), amante del
primero, esposo de la segunda, padre del
tercero.
Y en la ausencia no
hay reclamo, no hay motivo, solo silencio. Liu no puede entender que su esposo
le haya dejado el beneficio del seguro a su amante y no a ella. Song no puede
entender que su padre lo haya dejado, que fuera gay no le importa, que lo haya
dejado sí, y mucho. Jay no puede entender que lo haya elegido para morir y no
para vivir.
Dear ex, rebautizada Todo para mi ex
es una punzante y entrañable película taiwanesa, escrita y dirigida por
Chin-Yen Hsu y Mag Hsu. Bella de toda belleza porque es de una verdad apabullante.
Porque a la hora del amor no hay culpa, por más que se lastime o duela.
Ver películas
extranjeras es también conocer mundo. Uno puede espiar cómo viven, qué comen,
qué se ponen, cómo conciben la vida, civilizaciones alejadas de nuestros usos y
hábitos. Y en este caso, lo más curioso es que, a pesar de todo lo que nos
diferencia o separa, comprobamos que el amor y el dolor guardan igual eco en
todas las culturas. Las exuberancias o los recatos no modifican lo esencial, la
no presencia se balbucea igual en cualquier idioma.
Y aunque por lo
dicho, no lo parezca, Todo para mi ex
es una comedia, oscura, pero comedia al fin, porque más allá del dolor, tiene
espíritu de comedia. De aceptación, de resignación, de alivio, de superación.
Porque en algún momento, la ausencia deja de doler y se la comprende, se la
abraza como quien abraza una sombra, para no morir de tristeza, porque al menos
algo se tuvo, y el silencio se puebla de recuerdos.
Todo para mi ex es una delicia. Tristona pero delicia al fin, y desde
hace unos días puede verse en Netflix.
Gustavo Monteros
Me encantó el penúltimo párrafo.
ResponderEliminarHermosa película y los personajes son especiales. Me encantó Jay, Song, la madre de Song y Liu en ese orden.
ResponderEliminarMe gustaría que gente homofóbica pudiera verla, es muy aleccionadora.
Una película que toca y hace pensar, las alianzas se hacen con cada personaje, las culpas se reparten y al fin de cuentas de acaba proyectando en cada personaje , el dolor y su visión de la vida.
ResponderEliminarUna película de lo cotidiano,real y hasta cruda, aderezada de esa dicha despues de la tormenta.Un mensaje contundente fidelidad y convicción hacia uno mismo y sus ideales.
como se llama la pintura que esta de fondo en el teatro????
ResponderEliminarMaravillosa
EliminarColosalmente emotiva
Maravillosa, humana y una tremenda reflexión sobre lo humano.
EliminarLa búsqueda de un sentido que se grita, rebela y llora.
En este blog encontré el mejor análisis (para mi gusto) de la película. Gracias autor.
Muy buen comentario.
ResponderEliminarMuy buena película