jueves, 28 de febrero de 2019

Escolta


Las películas “de tiros”, como les decíamos antes, se organizan, o bien por personajes que motorizan la trama, o bien por la concatenación de hechos que definen circunstancias y personajes.


En el primer modelo, por ejemplo, una pareja despareja de policías desarma una red de narcotráfico o caza al asesino serial. En el segundo modelo, alguien queda atrapado en una intriga que debe resolver con urgencia porque su vida corre peligro.


Las de guardaespaldas se prestan al segundo modelo, porque generalmente no bien comienzan a trabajar, se ven envueltos en una trepidante sucesión de hechos, que deben desentrañar para conservar el pellejo.


Eso le pasa a la pobre Sam Carlson (Noomi Rapace) que a poco de entrar al servicio de la, en un principio, insoportable, Zoe (Sophie Nélisse) debe andar esquivando balas y golpes. La cuestión, claro, es descubrir de dónde provienen y por qué. La supuestamente pérfida madrastra de Zoe, Rima (Indira Varma) ¿tiene algo que ver?


A estas películas de acción intempestiva, uno les pide que sean atrapantes, que no den respiro ni pausa para pensar, y que después cuando el cuento esté armado no hayan dejado cabo suelto ni improbabilidades y que los personajes hayan respondido a pulsiones psicológicas reconocibles cuanto menos. Esto último es difícil de lograr porque, como dijimos, en la rapidez de la trama no hay tiempos para retratos y las conductas se definen en la misma acción.


Escolta (Close en el original) cumple mayoritariamente con la premisa del género. Mayoritariamente digo, porque sospecho que algunas variantes psicológicas no cierran del todo, más que nada porque se optó por darle a Rapace un perfil no demasiado monolítico de su personaje. Las debilidades, o mejor dicho, las flaquezas no redondean muy bien su comportamiento. A personajes tan fuertes, no les quedan bien tantas lágrimas. Clint Eastwood no se andaba con estos sentimentalismos cuando le tocaba llevar a Sondra Locke o a Bernardette Peters a buen puerto. Si se hubiera concedido ser tierno, los habrían matado a todos.


En lo que sí Escolta (escrita y dirigida por Vicky Jewson) cumple con creces es en meternos de lleno en su historia y hacernos olvidar de todo mientras transcurre. Mérito nada menor.


Escolta puede verse en Netflix.

Gustavo Monteros


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