Slow West podría llevar como subtítulo “Jorge Luis Borges va al Oeste”, porque es
como si algunas de sus obsesiones sobre el azar y el destino se ilustraran en este
western. Nada raro, algunas de sus historias tienen algo de films de vaqueros. Sin
ir más lejos cuando Héctor Olivera filmó su cuento El muerto, 1975, con Juan José Camero, Francisco Rabal y Thelma
Biral, la cosa participaba del género. No puedo decir mucho de por qué me vino
Borges a la mente sin spoilear. Básteme decir que cuanto el film termina y
podemos armar el rompecabezas, hay algo de un destino que se creía reservado
para uno, pero que lo termina por cumplir otro.
La historia habla de
una chico escocés, Jay Cavendish (Kodi Smit-McPhee) que a fines del siglo XIX se pierde en el
Oeste estadounidense para buscar a la chica que ama, Rose (Caren Pistorius) que
ha huido con su padre, John (Rory McCann) tras un hecho de sangre en la Escocia
originaria de todos ellos. En el camino, por suerte, a Jay se le aparece Silas
(Michael Fassbender) mezcla rara de ángel protector y malhechor consumado. Como
las cabezas de Rose y su padre tienen precio, en el camino atraerán a unos
cuantos cazarecompensas, entre ellos a un viejo socio de Silas, Payne (el
prolífico Ben Mendelsohn).
Como corresponde al
género, habrá unos cuantos tiros y flechas, persecuciones y enfrentamientos con
desenlaces sorprendentes.
La película conquistó
unos cuantos premios y otras tantas nominaciones. Ganó, por ejemplo, un premio
importante en el Sundance.
Dos cosas llaman la
atención, uno la música de Jed Kurzel, muy hermosa, algo que no debería sorprender
puesto que el director John Maclean también es músico y dos, el carisma
insobornable de Michael Fassbender y también el de Ben Mendelsohn, que no me
cae bien del todo, pero que no está en todas partes porque sí, es talentoso y
sabe lucirse.
Muy entretenida.
Slow West puede verse en Netflix
Gustavo Monteros
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.