Por razones
de fuerza mayor no podré ir al cine esta semana, sin embargo que esto no sea
óbice (siempre me deliró esta expresión) de que hable de la película que vería
si pudiera ir: Ricki y The Flash. Con
la ayuda del tráiler y los antecedentes de las personas involucradas en el
proyecto, no es difícil hacer clarividencia sobre ella. Fue escrita por Diablo Cody,
dirigida por Jonathan Demme, y protagonizada, claro, por Meryl Streep.
Diablo
Cody, al margen de o debido a su peculiar nombre, es una de las pocas
guionistas con status de celebridad. Debutó allá en el lejano 2007 (dado que mi
vida no es muy abundante en eventos cambiantes, el tiempo me parece como la
pampa, lo que semeja cerca está lejos y ayer es ya anteayer) con La joven vida de Juno, (dirección de
Jason Reitman) película que aun hoy recordamos y celebramos. Como suele suceder
con los auspiciosos debuts, lo que viene a continuación es una segura
decepción: Jennifer’s body o sea El cuerpo de Jennifer, rebautizada aquí
como Diabólica tentación (2009,
dirigida por Karyn Kusama con Megan Fox en la mentada Jennifer y secundada por
Amanda Seyfried y sus inmensos ojos), bodrio en el que la “diabólica” Cody
demostró más apego a los lugares comunes que a la originalidad. Se repuso, un
poco, no demasiado, porque los convencionalismos la pueden, con Adúltos jóvenes (2011, Jason Reitman) en
el que al menos le permitía a la fabulosa Charlize Theron lucirse en la
inmadura protagonista que aprendía a colapso limpio de qué va la vida. Cody,
como puede vislumbrarse en el tráiler, no le hace asco a las convenciones (Ricki y The Flash va de recuperaciones y
segundas oportunidades, mamá Streep abandonó por el rock a marido Kevin Kline e
hijos, entre ellos, nena Mamie Gummer (hija de Streep en la vida real) quien
intentó suicidarse porque la dejó exmarido, papá Kline llama a Ricki para que
ayude y de paso se redima) y las buenas líneas. De modo que es fácil prevenir
que el film hará nada que no hayamos visto antes, pero que quizá lo diga de un
modo eficiente y, si nos descuidamos, hasta entrañable en el futuro.
Jonathan
Demme, contando documentales, cortos, películas de TV y episodios de series,
dirigió hasta la fecha 55 títulos; y como toda persona de larga trayectoria
cuenta con logros indiscutibles (Melvin y
Howard, 1980, que lo puso en el mapa, Totalmente
salvaje o Something wild a secas,
1986, delicia de delicias con una imparable Melanie Griffith, más un impagable
Jeff Daniels y unos anteojos de sol inolvidables; la simpatiquísima Casada con la mafia, 1988, con la ídem
Michele Pfeiffer; la icónica El silencio
de los inocentes que afianzó la carrera de Jodie Foster y catapultó al
Olimpo de las caracterizaciones carismáticas a Anthony Hopkins) con
interesantes (Filadelfia, 1993) o
fallidas (Beloved, 1998, La verdad sobre Charlie, 2002) concesiones
a la industria, más otras aventuras personales que terminaron en vehículos de
lucimiento para actores (Denzel Washington en la remake de El embajador del miedo, 2004, Anne Hathaway en La boda de Rachel, 2008 , Wallace Shawn, The master builder, 2013, según la obra de Ibsen, El maestro constructor, of course). Y
con Ricky y The Flash, no sé si redescubrirá
la pólvora, pero sin duda limará los convencionalismos y lugares comunes del
guión para refrescarlos un poco.
And
last but not least, la señora Streep. Meryl está a prueba de críticos que
quieren odiarla, bajarla de las alturas que habita, denostarla, arrastrarla por
el fango de la ignominia, pero, pobres, no pueden; se les nota la mala leche, y
mucho, aunque no les queda más remedio que sumarse a regañadientes al coro de
alabanzas. Meryl puede con todo, ahora encima hasta canta y bien. Su grandeza
de tan evidente es ya indiscutible. Es una de las pocas figuras que devuelve
con su sola presencia el precio de la entrada, puede que la película en la que
está sea buena, regular o mala, pero ella garantiza que dará espectáculo y del
bueno. Meryl es así. Una chica de talento. De mucho talento.
Un abrazo,
Gustavo Monteros
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.