Gloria
(Paulina García) anda por la cincuentena larga, no es de mal ver, tiene un buen
pasar, trabaja en una empresa, está divorciada desde hace más de 12 años, con
dos hijos grandes e independientes, que para sus problemas prescinden de su
madre casi por completo. Muchas cosas pueden decirse de Gloria, menos que no
atiende sus necesidades. Por las noches frecuenta los clubes de solos y solas,
y vuelve a su casa, a veces con una borrachera, otras con un hombre. Entre
ellos, Rodolfo (Sergio Hernández) que la satisface sexualmente con plenitud y
que quizá pueda abarcarla afectivamente. Pero como no hay quien no arrastre un
lastre, el de Rodolfo corporizado en tres mujeres, una exesposa y dos hijas
mayores pero muy dependientes, puede irrumpir en la incipiente relación y hundirla
incluso antes de que deje el puerto. ¿Superarán Gloria y Rodolfo los escollos?
¿Podrán fortalecer unos lazos que se perfilan promisorios?
Gloria
película chilena de 2013 de Sebastián Lelio es un sólido ejemplo del buen cine
que en apariencia se está haciendo al otro lado de la cordillera. Llega a
nuestras pantallas tras un periplo por numerosos festivales de los que no salió
sin reconocimientos (sin ir más lejos Paulina García ganó el Oso de Plata a la
Mejor Actriz en el Festival de Berlín de 2013) y por variados públicos
internacionales de los que emergió con buenas críticas.
En
lo personal confieso que me pareció un poco larga, con escenas redundantes o simbolismos
obvios como la marioneta o el pavo real, o un final “cantado” o más bien
“bailado” que se demora demasiado en llegar, confieso asimismo que estas
objeciones no empañan secuencias logradísimas como el cumpleaños del hijo o las
que transcurren en el auto con Gloria canturreando las canciones de la radio.
Gloria
participa de una tendencia que de a poco se asienta en el cine contemporáneo:
la de mostrar escenas de sexo entre adultos mayores, antes patrimonio exclusivo
de films extremos de cine-arte. En un principio, da un poco de pudor ver
cuerpos vividos entregados al sexo, no es que uno crea que el sexo sea cosa de
gente joven o privativo de cuerpos supuestamente perfectos como los de Jennifer
López y Brad Pitt, pero no consignar el ligero escozor que provoca verse ante
este nuevo espejo sería deshonesto.
En
resumen, Gloria no será tan pegadiza
y entrañable como la canción de Umberto Tozzi, pero tiene lo suyo y no es nada
desdeñable.
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