Los
que doblamos la cincuentena, podemos contrarrestar los estragos del tiempo
diciéndonos que leímos en primera edición El
amor en los tiempos del cólera, que atestiguamos el nacimiento, desarrollo
y apogeo del rock nacional, que asistimos a estrenos de Bergman, Fellini,
Fosse, Billy Wilder, Visconti entre otros grandes, que vimos triunfar a
Piazzolla y que escuchamos hablar a Borges, Cortázar, Bioy Casares, Mujica
Láinez y Manuel Puig, con cosas así, intentamos curarnos de las canas, los
calambres, los huesos que pesan, las nuevas dispepsias, entre otros deliciosos achaques
que nos acometen.
Cuando
les llegue el turno a los que ahora andan por la treintena o la cuarentena, recordarán
que vieron en estreno las más felices actuaciones de Robert DeNiro, Meryl
Streep, Emma Thompson, Morgan Freeman o Hugh Grant.
Sí,
Hugh Grant es un lujo para cualquier época y por suerte nos tocó a nosotros.
Eso sí, el pobre tiene una de las especialidades más ingratas de los actores, ser “el”
galán o el “héroe” de las comedias románticas. Especialidad que, a pesar de
todas sus dificultades (entre ellas, la no menor de todas, tener un “timing”
perfecto), no da lustre ni obtiene premios. Cualquiera hace drama o tragedia, pero
no cualquiera hace “comedia” ni menos “comedia romántica”, de ahí que cuando
DeNiro o Streep decidieron ampliar sus talentos se volcaron a la comedia.
Hugh
Grant ya está grandecito (el tiempo nos alcanza a todos) y ésta quizá sea una
de sus últimas intervenciones como protagonista romántico. Aquí es Keith
Michaels, un guionista, no en la mala sino en la peor, que procura ejercer su
profesión como sea. Su agente le consigue un puesto de profesor de escritura
creativa en una universidad prestigiosa pero perdida en el mapa. A Keith no le
quedará más remedio que aceptar, las jóvenes alumnas serán una tentación en la
que caerá, pero la presencia de una luminosa madurita, la impar e igualmente
grandiosa Marisa Tomei será la que lo saque de más de un entuerto.
En
reportajes previos Grant aclaró que la parte romántica ocupa un breve espacio
en la película. Es verdad, más que una comedia romántica es una comedia amable
de segundas oportunidades. Se distingue entre otras porque nada de lo que
sucede, permite el facilismo del cinismo. Todo procura ser genuino, no gastado,
si no nuevo al menos fresco.
Hay
un elenco de secundarios notables que brillan tanto como las estrellas de la
velada: el recientemente Oscarizado J.K. Simmons, la siempre impecable Allison
Janney, el simpático Chris Elliott, más un promisorio grupo de jóvenes: Olivia
Luccardi, Bella Heathcote, Maggie Geha, Aja Naomi King, Andrew Keenan-Bolger,
Nicole Patrick, Steve Kaplan y Emily Morden.
Escribió
y dirigió, el exguionista a secas, Marc Lawrence, gran admirador de Grant,
porque hasta la fecha le ha dedicado toda su producción como director: Amor a segunda vista (Two week notice, 2002) coprotagonista
Sandra Bullock, Letra y música (Music and lyrics, 2007) coprotagonista
Drew Barrymore, ¿Y… dónde están los
Morgan? (Did you hear about the
Morgans?, 2009) coprotagonista Sarah Jessica Parker.
En
resumen, una comedia inteligente, más otro gran trabajo de Grant y de Tomei, y
está todo dicho. (El horrible título elegido para su distribución en estas
tierras no le hace justicia al original The
rewrite o sea La reescritura, más
seco, quizás, pero el adecuado para lo que la película es).
Gustavo
Monteros
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