Argo se estrenó
el 18 de octubre de 2012 en Argentina. Como ustedes saben no escribo sobre
todas las películas que se estrenan, en su momento debo haber privilegiado otro
film y Argo quedó sin su crónica.
Esto viene a cuento porque ahora ganó el Oscar a la Mejor Película y fieles
seguidores del blog me preguntan si no dejé de comentarla por algún motivo en
especial. Ninguno, salvo la casualidad. La vi con mi amigo Horacio cuando ya
casi bajaba de cartel, después de disfrutar de varias semanas de permanencia en
cartel. Fue un lunes de fin de semana largo y diluviaba (literalmente). No haré
más suspenso, salvo algunas salvedades que detallaré, nos gustó y la
disfrutamos.
Desde su concepción, Argo levantó un poco de polvareda porque
por fin Hollywood blanqueaba su colaboración con la CIA, secreto a gritos, no a
voces, que conocían hasta los más desprevenidos. Pero, en fin, una cosa es
saberlo de atrás y otra que te lo reconozcan. La acción se centra en la llamada
Crisis de los Rehenes de Irán de 1979. El 4 de noviembre de aquel año, los
iraníes tomaron la embajada estadounidense de ese país y retuvieron a más de 50
empleados. Seis lograron escapar y refugiarse en la embajada canadiense.
El film es la ficcionalización del
rescate que emprendió Tony Méndez, un agente de la CIA, claro. Argo es el título de una película ficticia
de ciencia ficción decididamente B, que Méndez (Ben Affleck) fingirá filmar en
Irán como mascarada para cubrir el rescate. De allí que deba recurrir a
curtidos profesionales (John Goodman y Alan Arkin) de Hollywood para lograrlo.
La peli arranca bien arriba. La toma
de la embajada está filmada como los dioses y uno le sigue poniendo fichas al
bueno de Ben Affleck, que es medio zapallo como actor, pero que es un director
de primera. Sus dos películas anteriores son excelentes, sobre todo Desapareció una noche, aunque Atracción peligrosa tiene también lo
suyo. Después pasamos al conflicto personal de Méndez, que suena a película Hallmark,
más como está tratado que por el conflicto en sí que es muy atendible: su
demandante trabajo lo hizo separarse de su mujer y ahora su pequeño hijo sufre
también su desatención. Viene a continuación otra parte muy pero muy lograda,
una descripción irónica y deliciosamente cínica del mundillo hollywoodense. Volvemos
después a Irán y parece que caemos en el túnel del tiempo, en el tradicional thriller
de aventuras muy 70 que tanto quisimos. Y ya cerca del final aparece el sapo
que nos tenemos que tragar: la glorificación de la CIA, que nunca te deja en la
estocada y que supera con sus leales hombres (Bryan Cranston a la cabeza) la
burocracia y la mezquindad política. Entonces uno dice: ¿qué se le va a hacer?,
el pobre de Ben Affleck no puede dejar de ser otro yanqui al que le han hecho
la cabeza.
En resumen, está narrada como los
dioses, el elenco es impecable, la recreación de época es gozosa, se sigue con
interés de principio a fin y si no fuera por el ataque final de patrioterismo,
se disfrutaría sin culpa. No nos hizo arrepentirnos para nada el habernos
empapado para verla. En lo personal, después la recordé con simpatía porque por
un rato me devolvió la endorfina de las buenas películas de acción que veíamos
en las matinées de la adolescencia.
Un abrazo, Gustavo Monteros
Argo puede verse en el CINEMA OCHO - SALA DIGITAL 2D a las 12:00 - 14:10 - 16:25 - 18:40 - 20:55 - 23:15 - SABADO TRASNOCHE 01:30
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