El cine de Mike Leigh es como la vida misma,
mire. Sí, se trate de comedia, drama o biografía de músicos victorianos, Mike
crea tal sentido de verosimilitud que uno siente que más que ver una ficción,
estamos espiando a unos vecinos. Un logro semejante, claro, es tanto propio
como de sus actores. Obvio, la bandita de actores que trabaja con Leigh, son de
aquellos a los que les tirás un ladrillo y no sólo te devuelven una pelota sino
que te hacen 400 goles. También es muy cacareado el método con que trabaja con
ellos. Según parece, ensayan como si fueran a presentar una obra de teatro,
improvisan mucho, Mike no les cuenta la resolución que tendrán los conflictos
de sus personajes (o sea, el final) y no los deja en paz hasta que no saben
todos los pelos y señales de sus roles. Ojo, la improvisación se usa, como
corresponde, como herramienta, no como técnica actoral. No se verá en sus
films, actores divagando para lograr conflicto y personaje y tomando 12 minutos
de tu tiempo para resolver una escena que un guionista resuelve en un minuto y
medio. No, señor. Por más fluidos y espontáneos que parezcan y aunque incluyan
hallazgos de los actores en las improvisaciones, los guiones de Leigh son
rigurosos y están milimetrados hasta en su última coma. Si estoy dando la lata
es porque quiero subrayar el milagro de Mike, no hacernos dar cuenta que sus
películas son tan armadas y calibradas como una obra de Terence Rattigan.
Esta vez, sus personajes vuelven a ser
maduros. Deja atrás los juveniles de La felicidad trae buena suerte. Tom (Jim
Broadbent) es un ingeniero geológico y Gerri (Ruth Sheen) es consejera en un
hospital. Sí, sus nombres pronunciados suenan igual a la pareja de gato y
ratón, los queridos Tom y Jerry. Conforman un matrimonio bien avenido, maduro y
hasta feliz. Tienen un hijo treintañero, Joe (Oliver Maltman) que les preocupa
porque nos consigue pareja. Pero los que de verdad andan “sin rumbo y
desesperaos” son los amigos. La de ella, Mary (Lesley Manville) agudiza una
crisis psicológica seria durante el paso de las estaciones. Ah, sí, en ésta,
Mike usa el artificio de marcar el paso del tiempo del año del título con las
estaciones. El de él, Ken (Peter Wight) anda más solo que la una y lo resiente
y mucho. Es que la vida está hecha, la
suerte está echada y sólo queda asumir las frustraciones, dejar de rumiar lo
que no fue, arrastrar las pérdidas lo mejor posible, hacer tripa corazón,
recoger lo que se sembró y vivir lo que queda con la alegría que se pueda
conjurar. Lo malo es que tanto Mary, Ken y Janet (Imelda Stauton y me pongo de
pie porque la protagonista de Vera Drake no merece menos) una paciente de
Gerri, son testarudos y como algunos que tienen problemas serios no aceptan que
necesitan ayuda profesional urgente. Agridulce, ¿verdad? Y bueno, no se
necesita ser una lumbrera para saber que por más suerte que se tenga, la vida
es una de cal y una de arena.
Como en todas las películas de Mike Leigh, no
pasan grandes cosas, pero lo que se ve es denso, profundo y atrapante como
pocas cosas en el cine. Sus personajes más desprotegidos dan tanto pena como vergüenza
ajena. Irradian tanta verdad que mirarlos da cosita, sobre todo cuando se
desbarrancan y meten la pata con todo.
Leigh es un observador agudo de las clases
medias inglesas, pero su mirada es tan incisiva que, por más circunscriptos que
estén, sus personajes se vuelven universales.
Puede que lo descripto les tire la idea de que
la peli es tristona y melanco. Puede ser, pero creo que en realidad no lo es. La
salida está marcada, el bienestar emocional y quizá hasta la felicidad están a
la vuelta de la esquina. Que Mary, Ken o Janet tomen ese sendero o sigan para
el lado de los tomates está por verse. Claro, uno sospecha que persistirán en
sus trece y eso es lo triste. La eterna zoncera humana.
Con tanta cháchara, puede que no haya sido muy
claro, por las dudas lo digo con todas las letras, si les gusta el
entretenimiento adulto, Un año más es imperdible.
Un abrazo, Gustavo Monteros
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.