Después de 4 protagónicos y una participación especial, la
sexta aparición de Philippe Noiret en una película de Bertrand Tavernier es tan
breve (prácticamente un cameo) que uno se pregunta si darla por válida como una
colaboración artística efectiva.
Yo al menos no sé si el director llamó al actor o si el
actor decidió participar de este proyecto (‘Round Midnight / Cerca de
la medianoche, 1986), pero si uno o los dos sintieron que no debían
perderse la oportunidad de estar otra vez juntos, aunque más no sea durante una
jornada de rodaje, basta para incluirla en una retrospectiva del trabajo
conjunto.
Fue la primera coproducción franco-norteamericana de
Tavernier, quizá obligada por el tema elegido, la preeminencia del jazz negro
en la escena francesa de la inmediata postguerra de la segunda contienda
mundial.
(En 2009, Tavernier participaría de una segunda
coproducción con los norteamericanos, In the Electric Mist / En el
centro de la tormenta, que no fue tan armónica. El desentendimiento con los
productores llevó a que hubiera dos cortes, el del director que dura 117
minutos y es el que se conoce actualmente y el de los productores que es de 104
minutos y que solo se distribuyó para el estreno en EE. UU y Reino Unido y que
quizá persista en la primera copia para video.)
La trama de ‘Round Midnight / Cerca de la
medianoche es sencilla. Un saxofonista negro, Dale Turner (Dexter Gordon)
llega a actuar a París muy endeble de salud y con su alcoholismo apenas
contenido.
La mujer que lo acompaña, Buttercup (Sandra
Reeves-Phillips) mas que cuidarlo lo tiene prisionero para que no beba y pueda
cumplir con el contrato.
Francis Borier (François Cluzet), un fan francés,
ilustrador de profesión, enamorado del arte de Turner, lo rescata, lo lleva a
vivir a la casa que comparte con su hija, Berangere (Gabrielle Haker) y logra
que el saxofonista vuelva a grabar.
Este renacimiento artístico los llevará de regreso a New
York, en la que Francis será brevemente su representante hasta que deba volver
a Francia.
Para mí más que una película de segundas oportunidades, es
sobre el breve fulgor antes de la muerte que tienen los agonizantes, ese
efímero momento en el que parecen revivir antes de entregarse a la muerte.
La música domina ‘Round Midnight / Cerca de la
medianoche. Es una carta de amor al jazz bebop.
Y es también una película de personajes. El músico Dexter
Gordon logrará ser nominado para el Óscar como Actor Protagónico. Mérito en el
que no poco tuvo que ver Tavernier, también un grandioso director de actores.
Las malas lenguas dicen que Gordon hizo un poco de sí
mismo. Puede que tuviera un conocimiento de primera mano de lo que transita el
personaje, pero en la recreación de pasajes tanto leves y humorísticos como
desgarradores y dramáticos tiene que echar mano a un juego actoral exigente, del
que sale más que airoso. La nominación no fue un ataque de suerte ni de
generosidad inusitada, se la ganó en buena ley.
Tavernier tiene mucha delicadeza y ternura para tratar el
tema de la adicción. Y en los entresijos se esboza que el protagonista pasó por
humillaciones profundas, malos tratos crueles y padecimientos psicológicos
insuperables. Nunca se sabe si estos fueron causa o efecto de las adicciones. O
de haber sido simplemente negro en la primera mitad del siglo XX. De lo que no
hay duda es de que el personaje Dale Turner y su intérprete Dexter Gordon tuvieron
una vida muy dura.
Tampoco hay duda de que actor y personaje, unidos en la
música, fueron capaces de generar una inmensa belleza. Y a veces por eso se
paga un precio terrible. Para algunos artistas crear es vislumbrar el abismo y
hasta caer en él.
Y según parece lo que se ve es tan devastador que a la
vuelta hay que anestesiarse con lo que se pueda. Ojalá que ante lo que
desconocemos, Dios nos salve de levantar el dedo.
Gustavo Monteros
Post scriptum: Como dijimos el personaje de Francis es un
ilustrador. En un momento, muestra su trabajo en una distribuidora
cinematográfica, el empleado que lo atiende no muestra mucho entusiasmo, pero
aparece el jefe (Philippe Noiret) que lo felicita por los afiches presentados y
da a entender que pagará bien el trabajo. Ese par de líneas es toda la
participación de Noiret.
En las escenas de Nueva York, Martin Scorsese hace el papel
de un productor / representante. Muy bien, porque a sus talentos de director
hay que sumar que es un buen actor. (En ese terreno es inolvidable su Vincent
Van Gogh en los Sueños (1990) de Akira Kurosowa.
Y, claro, el título de la película es el de una bella canción compuesta por Thelonious Monk, Cootie Williams y Bernie Hanighen.

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