Programa doble: sección en la que repasamos dos películas
con aspectos en común.
Hoy: La tienda en la Calle Mayor – Calle Mayor
La tienda en la calle mayor es
una película checoslovaca de 1965 dirigida por Ján Kadár y Elmar Klos. Ganó el
Óscar a la Mejor Película Extranjera (o de habla no inglesa como se denomina
ahora) de ese año. Se basa en una novela de Ladislav Grosman y transcurre en Sadinov,
Eslovaquia a principio de la Segunda Guerra Mundial. Eslovaquia ha declarado su
independencia, pero es controlada por la Alemania Nazi. El gobierno es fascista
y antisemita. Tono Briko (Josef Kroner), un sencillo carpintero, se reconcilia
con su cuñado, Markuš (Frantisek Zvarik), que ahora es un comandante fascista.
Como están en vigor las leyes que prohíben a los judíos tener negocios propios,
Markuš hace que le den a Tono la administración de una tienda de telas y
botones ubicada en la Calle Mayor, que hasta entonces era propiedad de una
anciana viuda, Rozalie Lautmann (Ida Kamińska). Tono no tarda en darse cuenta
de que lo han engañado, la tienda da perdidas y la viuda sobrevive gracias a la
solidaridad económica que le prodigan algunos judíos ricos sin que ella se dé
cuenta, porque está medio ida. La anciana señora tampoco comprende la situación
política en que están inmersos y que Tono está ahí por el proceso de “arianización”.
Imrich (Martin Hollý Sr.), suerte de nexo entre los judíos y las nuevas autoridades
fascistas conviene con Tono que si le hace creer a la viuda que es un pariente
lejano que ha venido a ayudarla le darán un buen sueldo que hará creer a su
mujer y su cuñado Markuš que tiene las riendas del negocio. Tono le tomará
cariño a la viuda y desistirá de intentar comunicarle la vigente realidad
política. Pero la arianización no se detiene, la situación se agrava y comienzan
las deportaciones a los campos de concentración, entonces… La tienda en la
calle mayor es una comedia realista que lentamente vira hacia un cuento didáctico
de advertencia para adultos que subraya que no hay lugar para la inocencia en un
estado fascista.
Calle Mayor (Juan Antonio Bardem,
1956) transcurre durante otra monstruosidad, el franquismo en pleno apogeo. En
una pequeña y oscura ciudad de provincias, un grupo de presuntos bromistas obliga
a que el recién llegado a la sucursal de un banco principal, Juan (José Suárez)
seduzca a Isabel (Betsy Blair) una treintañera soltera y le haga creer que se
casará con ella. El plan se lleva a cabo, pero nada saldrá como esperaban. Calle
Mayor es una obra maestra, profunda e incisiva que ilumina como pocas el
postulado sociológico de que nadie sale indemne de una dictadura. No me refiero
al desmenuzamiento de la adhesión activa al régimen con apoyos o delaciones,
sino a cómo influye el totalitarismo en las relaciones cotidianas, en nuestra
concepción del mundo. ¿Qué retorcimientos personales y sociales determinan la ausencia
de libertad, los mandatos rígidos, la negación de un futuro fuera del régimen? Normalmente
las películas hacen más preguntas que dar respuestas, esta propone una. Al rever
las conductas de los personajes uno se pregunta por qué hacen o permiten esto o
aquello y las respuestas no tardan en llegar. No se vive igual con libertad que
sin ella.
Gustavo Monteros
La tienda en la calle mayor puede verse en YouTube
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