The
confirmation (Bob Nelson, 2016) es de esas películas
tan chiquitas que puede pasar desapercibida cuando no lo merece. El director - guionista
de esta película, Bob Nelson, escribió el guión de Nebraska (Alexander Payne, 2013). Destaco este dato porque quienes
vieron Nebraska pueden saber a qué atenerse.
The
confirmation es una comedia dramática realista en
clave menor, y milita un cristianismo laico para nada catequista.
Anthony, un chico de unos 10 años, (Jaeden
Martell) debe pasar un fin de semana al cuidado de su padre, Walt (Clive Owen)
ya que su madre, Bonnie (María Bello) se va con su nueva pareja, Kyle (Matthew
Modine) a un seminario religioso para parejas.
Padre e hijo pasaran por peripecias que
parecen pequeñas, pero vistas desde lo que les cuesta atravesarlas alcanzan
proporciones épicas, heroicas. Walt es un alcohólico en recuperación,
carpintero él, le roban las herramientas que necesitará para una changa el
lunes. Deberá recuperarlas a como dé lugar. Otto (Robert Foster) y Vaughn (Tim
Blake Nelson) y sus hijos oficiarán de muy peculiares ángeles de la guarda.
Los personajes, muy entrañables, son unos
pobres diablos que, a pesar de todo lo que les pasa, no pierden una bondad
natural que los ilumina. Es lo que más llama la atención, no hay villanos, sino
gente necesitada y víctima, como los perpetradores del robo o el entusiasta
Drake (Patton Oswalt) lleno de buenas intenciones que no puede llevar a buen
puerto por sus adicciones.
El relato cobra una vigencia inusitada en la
realidad argentina. Todos, en mayor o menor medida son víctimas de un neoliberalismo
feroz, indiferente a los despojos que provoca.
El chico protagonista es ya todo un
profesional experimentado. Anduvo por St
Vincent (Theodore Melfi, 2014) junto a Bill Murray, Naomi Watts y Melissa McCarthy, por Aloha (Cameron Crowe, 2015) junto a Bradley Cooper, Rachel McAdams
y Emma Stone, por Midnight Special
(Jeff Nichols, 2016) junto a Michael Shannon, Joel Edgerton y Adam
Driver y más cercano en el tiempo, fue uno de los chicos que padecieron al
payaso demoníaco de It (Andy
Muschietti, 2017). Aquí ratifica que toda esa experiencia no fue en vano. Clive
Owen, huelga decirlo, es una estrella por mérito propio y está tan magnético
como el primer día. Los demás en roles pequeños se hacen notar, lo que no es
poco.
The
confirmation puede verse en Netflix. Ideal para
cuando uno está a punto de perder la fe en los contemporáneos.
Gustavo Monteros
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