Comenzaré esta vez
por la conclusión. Tres anuncios anuncios
por un crimen es imperdible, aunque haya que sortear el calor apabullante, el
casi fin de mes o la abulia paralizante.
Es también de esas
películas de las que previamente conviene saber lo menos posible para disfrutar
las sorpresas y los disloques que provoca. Para ello, bástenos decir que se
trata de un drama de personajes (estos son la columna vertebral de la trama)
con toques de humor (tanto en los personajes, en sus réplicas como en la
estructura del relato) todo en el marco de lo policial (con ecos de western,
quizá).
Los tres anuncios del
título los pone la madre de una adolescente violada y asesinada para que la
policía abandone la desidia burocrática y avance en la investigación.
Está protagonizada
por la inmensa Frances McDormand, secundada de lujo por Sam Rockwell y Woody
Harrelson, y con buenas actuaciones del resto del elenco, a saber Abbie
Cornish, Lucas Hedges, Peter Dinklage y John Hawkes entre los más destacados.
Ya ganó unos 4 Globos
de Oro, se descuenta que figurará sí o sí entre las candidatas al Óscar y ostenta
ya también chiquicientas aspiraciones a cuanto premio hay. Ah, la escribió y
dirigió Martin McDonagh. Como los datos nos ponen a salvo de no develar
sorpresas, sigamos con los mismos.
¿Quién corno es
Martin McDonagh? En su origen fue un dramaturgo irlandés que saltó a la fama
con su opera prima The beauty queen of
Leenane (1996) la primera de lo que llamó The Leenane Trilogy que se completó con A Skull in Connemara y The
Lonesome West, ambas de 1997. Inició
luego una nueva tríada que llamó The Aran
Islands Trilogy, que se compone de The
Cripple of Inishmaan (1997), The
Lieutenant of Inishmore (2001) y The
Banshees of Inisheer (no editada ni estrenada porque su autor la considera “no
lo bastante buena”). Su primera pieza no irlandesa es The Pillowman (2003) que transcurre bajo el estado totalitario de
un país inventado. A Behanding in Spkane
(2010) es su primera obra que sucede en EEUU y Hangmen (2015) transcurre en Gran Bretaña en 1965. O sea, que
aunque él no las clasificó como tal, estamos ante una nueva trilogía a la que
podríamos designar “Las no irlandesas”.
Ahora sabemos que a
pesar de todas las satisfacciones que le dio el teatro, no es su medio de
expresión favorito, que es el cine, algo que sus obras dejaban translucir, porque
más allá de su impecable construcción dramática, tienen sólidos y frondosos
argumentos, algo que el cine agradece mucho.
Confesó también que
sus autores favoritos son Pinter y Tarantino, algo también muy deducible en su
trabajo. Sus diálogos hacen malabares pinterianos y tarantinianos y sus
personajes, como la dinamita, tendrían que venir con la leyenda de manéjense
con cuidado, porque son contingencia y volatilidad puras, no solo por lo que hacen sino por su capacidad
de hacer explotar cuanto precepto moral tengamos como espectadores.
Después de dirigir un
corto Six shooter (2004) estarizado
por Brendan Gleeson, Ruaidhri Conroy, David Wilmot y Aisling O'Sullivan y
premiado con un Óscar al Mejor Corto No Animado de ese año (el hombre es muy
ganador de premios) hizo su debut en el largo con In Bruges (rebautizado por aquí como Escondidos en Brujas) con los protagónicos de Colin Farrell,
Brendan Gleeson y Ralph Fiennes, una de asesinos tan singulares como
tarantinianos. Le siguió en 2012 Siete
Psicópatas con Colin Farrell, Christopher Walken, Woody Harrelson y Sam
Rockwell, entre otros notables. A su autor no le gusta mucho, dice que es “demasiado
canchera y poco empática con los personajes”, algo con lo que coincido solo
hasta ahí, pero bueno, él es el autor. Eso sí, ojo, como buen irlandés, es
provocador y bromista, así que conviene siempre tamizar sus declaraciones y no
tomarlas al pie de la letra, vociferó por ahí , por ejemplo, que Shakespeare y
Chejov son aburridos. Y ahora nos
instala estos Three Billboards outside
Ebbing, Missouri que lo consagran como una “figura” del cine, deja de ser
el dramaturgo advenedizo. La carrada de premios y el diluvio de elogios lo
ungen “Director a tener en cuenta”. Ironías al margen, el hombre es talentoso y
se le nota mucho.
En la Argentina se
montaron sus obras más famosas. En 1999 se conoció La reina de la belleza dirigida por Oscar Barney Finn con un elenco
soñado: Aída Luz, Leonor Manso, Pablo Rago y Alejandro Awada. En la temporada
2008 se estrenó The Pillowman con
dirección de Enrique Federman y protagonizado por Pablo Echarri, Carlos
Belloso, Carlos Santamaría, Vando Villamil y Brian Sichel.
Gustavo Monteros
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