Contar
una historia es seducir. Presentar una situación inicial atrapante, intrigante.
Introducir personajes en los que por algún lado podamos vernos. Ahondar en la
situación y en los personajes, y facetar, que ninguna realidad es lineal o
maniquea. Dosificar la información para mantener tanto el entusiasmo como la
credulidad. Y se tiene la audacia o la pericia necesaria, cambiar la
perspectiva, el punto de vista, dar vuelta lo que se ha mostrado sin traicionar
la historia y los personajes. Seducir es manipular.
Nick
Dunne (Ben Affleck) va una mañana a trabajar al bar que regentea con su hermana
melliza, Margo (Carrie Coon). Es el quinto aniversario de su casamiento con Amy
(Rosamund Pike). Recibe el llamado de un vecino quien le dice que el gato está
afuera y que la puerta de entrada de su casa está abierta. Nick va a ver y
descubre que en el living la mesa de café está rota, los sillones dados vueltas
y que Amy no está. Llama a la policía. Viene un patrullero con la detective Rhonda
Bonney (Kim Dickens) y el oficial Jim Gilpin (Patrick Fugit). Es de manual
investigar primero a quien denuncia para descartarlo o no. Y entonces… Y
entonces… Y entonces…
Ya expresé
mi admiración por la novelista Gillian Flynn (http://enunbelmondo.blogspot.com.ar/2014/07/gillian-flynn-soy-tu-fan.html).
La señora ha dado con la manera perfecta de cometer un crimen y librarse del
castigo. Y como esos créditos no se comparten, ella misma hace la adaptación de
su novela para el cine. Y se comporta con la debida crueldad. Respeta la
historia que creó, no cada aspecto de la misma. No se embelesó con lo que había
concebido. Una novela y una película son medios diferentes, que no cuentan del
mismo modo ni con la misma progresión. Y volvió a salirse con la suya. Los que
leímos la novela, no nos sentimos defraudados con la película. Menos lo harán,
los que vean primero la película y vayan a la novela después.
Y se
unió al mejor cómplice posible, a David Fincher (Pecados capitales, El club de la pelea, Zodíaco, Red social) Y
juntos eligieron el elenco ideal. Esta vez más que necesaria, es imprescindible
la famosa parquedad expresiva de Ben Affleck que, suprema ironía, se vuelve
elocuente. Rosamund Pike hace lo que hay que hacer con un personaje único,
darlo todo y convertirse en leyenda.
Y cuando
hablamos del crimen perfecto de la Sra. Flynn nos referimos al de la
representación. El qué, quién, cómo y por qué siguen importando, pero en estos
tiempos de manipulación tan generalizada, importa menos la verdad que el modo
en que se la presenta.
Y si
la Biblia es el libro madre, no porque hable de Dios sino porque es el que más
odios, amores, crímenes, codicia, traiciones y dobleces abarca, podemos
concluir entonces que el policial, género considerado menor con toda injusticia,
es el que mejor expresa los vaivenes humanos.
Y como
el cine engendra cinefilia, tal como dijo KennethTuran, el crítico de Los
Angeles Times, “Perdida es el retrato
de un matrimonio que habría salido si Alfred Hitchcock hubiera visto mucho Ingmar Bergman antes de ir a trabajar.”
Perdida es
un film excepcional, de apenas 150 minutos que se pasan volando. Pero qué hermoso
sería si su rigurosidad e inteligencia no fueran la excepción sino la regla.
En
resumen, una mujer Perdida que merece
ser encontrada.
Un abrazo, Gustavo Monteros
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