No demos vueltas, no empecemos con los peros,
hablemos con franqueza, digámoslo de una vez, ¡qué joder! Disfruté enormemente
de Súper 8. Sí, es una película pochoclera, pero del mejor cuño. No es
perfecta, para su desenlace elige los puntos suspensivos y corre el riesgo de
depender demasiado en que armemos y compremos la idea del extraterrestre que
quizá no cierre del todo, pero, confieso que después de pasarla tan bien
durante su desarrollo, no importa mucho.
J.J. Abrams (Lost, Alias, Misión imposible
III, Star Trek – el futuro comienza) escribe y dirige un abierto homenaje a
Steven Spielberg que casualmente o no tanto es el productor. Jota Jota o Jay
Jay pone en 1979 a un grupo de chicos a filmar una peli en Súper 8, un pueblito
que maquilla la mejor imagen posible de los yanquis, un militar pérfido y un
extraterrestre que se las trae. Contar más es abrir el horno antes de que el
bizcochuelo se leve del todo.
Las referencias al Spielberg director (ET,
Encuentros cercanos del Tercer Tipo, La guerra de los mundos, Jurassic Park) y
al Spielberg productor (Los Goonies, Gremlins, Volver al fururo) son constantes
y merecidas. Spielberg es uno de los más grandes narradores que nos ha dado el
cine, y el cine de aventuras contemporáneo le debe casi todo. Y como se trata
de seguir sus huellas, el relato es clásico, sólido, sabroso, adrenalínico,
encantador, atrapante.
Los actores, niños y adultos, están
impecables, pero es imposible no mencionar a Elle Fanning, la hermana buena
actriz de la insoportable Dakota. La chica ya se lució en Somewhere de Sofia
Coppola y vuelve aquí a hacerse notar a lo grande.
Perdonen que no abunde en detalles, que no
analice secuencias o que intente correlatos, pero no quiero dañarles la
sorpresa.
Si les gusta el cine de aventuras, perdérsela
es imperdonable. (Ah, no se levanten cuando comiencen los títulos finales, hay una deliciosa sorpresita).
Un abrazo,
Gustavo Monteros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.