jueves, 14 de marzo de 2019

Rebelión


Rebelión es una serie irlandesa con dos temporadas hasta la fecha, que evoca dos momentos cruciales en la lucha irlandesa para sacarse de encima el yugo inglés.


La primera temporada transcurre en Dublín en 1916 en lo que se conoce como el Alzamiento de Pascua. Diversos personajes claves (por posición social o por ubicuidad en la zona de conflicto) que obedecen los dictados del melodrama clásico o de la novela histórica romántica ven sus destinos entrecruzados gracias a grandes amores, traiciones y decisiones políticas.



La segunda temporada (que en el original ya no se llama Rebelión sino Resistencia) se centra en 1920, también en Dublín, en lo que se conoce como el Domingo Sangriento. Operación de limpieza del IRA comandada por Michael Collins contra agentes de inteligencia inglesa que trabajaban más o menos ocultos. De nuevo, un grupo de personajes claves (por su utilidad) verán sus vidas entrecruzarse por amores, traiciones y resoluciones políticas.


Las dos temporadas, si bien tienen unos pocos personajes en común, pueden verse independientemente. Cada temporada tiene cinco capítulos de cerca de una hora. En lo personal me gustó más la segunda. Obviamente está vista desde el punto de vista irlandés. Los ingleses por culpa de la lógica imperialista manejaron siempre horriblemente el conflicto, agravándolo en cada instancia. La lógica imperialista que podía reportarles beneficios en el extranjero, no se avenía ni por asomo a las ambiciones de los irlandeses, que por sobre todo querían que los dejaran en paz (gentileza que los ingleses se encapricharon en no conceder).



En esta segunda temporada, Brian Gleeson, uno de los doscientos hijos de Brendan Gleeson que se dedican a la actuación como su célebre padre, se calza el proyecto al hombro y despunta un interesante hambre de ser estrella que, de tener un poco de suerte, puede verse saciado.


Rebelión, como es de esperarse, tiene una impecable reproducción de época, diálogos encendidos, y atrapantes ambiciones políticas encontradas y desencontradas. Los puristas dicen que no respeta la verdad histórica al pie de la letra, pero ¿qué ficción lo hace? Si no aprendimos ya que la historia en la ficción histórica es solo un pretexto, no lo aprenderemos más. Las lecciones las dan los manuales de historia. Las ficciones solo entretienen con algo que puede parecerse o no a los hechos. Y si bien la temporada tiene un final claro, abre la puerta de par en par para una bienvenida continuación.


Rebelión, creada por Colin Teevan, puede verse en Netflix y es muy recomendable. Los irlandeses siempre pagan.

Gustavo Monteros

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