Ya es oficial, Atypical tendrá su tercera temporada.
Algo que alegra y mucho a sus seguidores incondicionales, entre los que me
cuento.
“Toda familia es
atípica” dice el afiche original de la serie creada por Robia Rashid, y esta
vez no solo refiere a la disfuncionalidad familiar que se ha vuelto habitual
cuando se retrata familias, sino también a la peculiaridad de su epicentro, el
hijo menor, Sam (Keir Gilchrist) que es autista.
En la primera
temporada, Sam querrá debutar en el sexo, lo que hará que su protectora (o
¿sobreprotectora?) madre, Elsa (Jennifer Jason Leigh) se cuestione algunas
cosas.
Lo importante
(¿esencial?) en toda serie es crear una galería de personajes secundarios tan
característicos como entrañables. Además de los mencionados, conforman esta
familia típica-atípica, el padre, Doug (Michael Rapoport) y la hija/hermana
(según el caso) Casey (Brigette Lundy-Paine).
La psicóloga de Sam,
Julia (Amy Osuka) tiene también bemoles propios y el compañero de trabajo de
Sam, Zahid (Nik Dodani) ostenta una completa paleta de colores.
Los y las cortejantes
de los hermanos son también muy especiales.
En tiempos de Trump,
Bolsonaro y demás, se vuelven más que relevantes estos retratos de
peculiaridades que invitan a la comprensión, a ponerse en los zapatos del otro,
a no tipificar desde el prejuicio ignorante.
Divertida y abridora
de cabezas. No es poco.
Atypical puede verse por Netflix.
Gustavo Monteros
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