Hacemos un paréntesis de nuestro viaje por las películas
con una referencia geográfica como título y volvemos a nuestra sección de
Programa doble en la que repasábamos dos películas con aspectos en común. Hoy
vamos con Divina creatura y Per le antiche scale.
Una de las cosas más hermosas del cine de mi infancia es
que casi todas las semanas daban películas italianas y en muchas estaba
Marcello Mastroianni.
En 1975 estrenaron en Italia con apenas semanas de
diferencia dos películas con Marcello. El 16 de octubre se conoció Divina creatura de Giuseppe Patroni
Griffi y el 6 de noviembre, Per le
antiche scale (literalmente Por las
antiguas escaleras, rebautizada aquí como Locura erótica) de Mauro Bolognini.
En Divina criatura,
en los Años Locos, Dany di Bagnasco (Terence Stamp) un joven noble y rico, se
enamora de Manoela (Laura Antonelli en su esplendor). Sus amigos le advierten
que no debe casarse con ella por un imperdonable pasado en el que mucho tuvo
que ver el tío de él, Michele Barra (Marcello Mastroianni). Dany decide
vengarse y estimula un triángulo amoroso de trágico desenlace.
En Locura erótica,
a inicios de la década del treinta, en un apartado manicomio, el doctor
Bonaccorsi (Marcello Mastroianni) reina sin disputa y tres mujeres le conceden
favores sexuales, Francesca (Lucía Bosé) la esposa del director del nosocomio,
Bianca (Marthe Keller) su devota enfermera y Carla (Barbara Bouchet) la
libertina esposa de un colega. Lo obsesiona descubrir el gen de la locura. Su
dominio se ve amenazado por la llegada de Anna (Françoise Fabian), psiquiatra
que maneja otras ideas sobre la locura y que se niega a sumarse a su harem.
Hay elementos temáticos y estéticos en común en las dos
películas. Las dos se basan en novelas, Divina
Creatura en una de Luciano Zuccoli y Per
le antiche scale en la de Mario Tobino. Las dos reflejan el fin de un ciclo
y en ambas el personaje de Marcello se disuelve en el apogeo del fascismo. Las
dos se regodean en la belleza del Art Nouveau (en Divina criatura obsesivamente, tanto que es una fiesta para los que
amamos esa tendencia artística y en Per
le antiche scale no es un dato menor que la dirección de arte y el
vestuario sean de Piero Tosi, el colaborador habitual de Luchino Visconti). Los
dos fueron musicalizadas por Ennio Morricone (en Divina criatura solo hace arreglos sobre música de Cesare A. Bixio,
pero en Per le antiche scale es
responsable de la partitura). Las dos películas son elegantemente sórdidas, con
toques de perversión, más acentuados en Per
le antiche scale por el ambiente en el que transcurre la historia.
En ambas hay actrices de belleza suprema, y está, claro,
Marcello Mastroianni. Confieso que me dieron mi segundo nombre, Marcelo, por su
culpa. Y cada vez que me lo cruzo en una película, sonrío y no puedo evitar que
me sumerja una ola de orgullo, por eso a esta modesta crónica la firmaré con mi
nombre completo: Gustavo Marcelo Monteros.
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