Siempre procuro ser cohesivo, elocuente. Esta vez me permitiré balbucear, ser incoherente incluso.
Si tienen más de 40 años, pongan su
vida entre paréntesis por un rato y vayan a ver esta película. Si tienen menos
de 40, vayan igual porque vislumbrarán lo que les espera. Que hacerse mayor no
es crecer sino volverse más niño. Con disfraces de adultez.
Eva (Julia Louis-Dreyfus) una
masajista (divorciada y con una hija lista para partir a la universidad)
acompaña a su amiga psicóloga, Sarah (Toni Collette) y al marido de ésta, Will
(Ben Falcone) a una fiesta en la que por separado conoce a Albert (James
Gandolfini) y a Marianne (Catherine Keener). Saldrá con Albert y desde una
relación profesional al principio desarrollará con Marianne una amistad. Que
Albert haya estado casado con Marianne es una coincidencia de película que Eva
descubrirá y callará… Hum…
Toda ficción es un artilugio y una
comedia más todavía, como nunca la parte chispeante de la vida sin los momentos
aburridos. Sin embargo, una buena comedia (y ésta lo es en grado sumo) desnuda
más verdades que el más altisonante de los dramas. Porque el hombre en el fondo
es ridículo, a pesar del alto concepto que tiene de sí mismo.
Los nudos de las comedias se atan
mejor de a tríos. Y aquí hay varios. Al ya mencionado se suma que hay tres
mujeres jóvenes (la hija de Albert y Marianne, la hija de Eva y su amiga Chloe)
a punto de abrirse camino. Y claro sus madres que ya se han abierto camino. Hay
dos ex maridos y un esposo. Y así sucesivamente. Después de verla desanden los
tríos y disfrutarán aun más de sus relaciones y sus consecuencias.
Por ejemplo, Sarah (la inmensa Toni
Collette) jamás dejará a su marido ni despedirá a su mucama, relaciones tan
arraigadas como poco asumidas. Ser psicóloga la despista más que hacerla más
sabia.
Una buena comedia se agiganta con
actores que saben jugar las implicancias y el estilo. Y este elenco juega como
nadie, mejor que nadie.
Esta comedia, más allá de todas sus
virtudes, se destaca por ser el primer trabajo póstumo que se conoce de Gandolfini.
Muchos lo han dicho y lo repito porque es exacto, el personaje que encarna aquí
es el opuesto perfecto de su célebre Tony Soprano. Si Tony Soprano era un duro
que dejaba entrever el tierno que había debajo, aquí su Albert es un tierno que
deja entrever el duro que pueden desatar.
Perdón, llego tarde en mi
recomendación, esta película ya se exhibe en horarios acotados: a las 21:15 y
23:15 en el Cinema Paradiso, pero es verano y es mejor ir al cine de noche.
Tardé porque todavía estoy peleado con Gandolfini por haberse ido de gira. Y
soy lento con los duelos… todavía no perdoné a Humphrey Bogart…
Un abrazo, Gustavo Monteros
Ah, dirigió y escribió este film la buena de Nicole Holofcener (Amigos con dinero) y su título original es Enough said (Está todo dicho).
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