jueves, 18 de enero de 2018

Tres anuncios por un crimen

Comenzaré esta vez por la conclusión. Tres anuncios anuncios por un crimen es imperdible, aunque haya que sortear el calor apabullante, el casi fin de mes o la abulia paralizante.

Es también de esas películas de las que previamente conviene saber lo menos posible para disfrutar las sorpresas y los disloques que provoca. Para ello, bástenos decir que se trata de un drama de personajes (estos son la columna vertebral de la trama) con toques de humor (tanto en los personajes, en sus réplicas como en la estructura del relato) todo en el marco de lo policial (con ecos de western, quizá).

Los tres anuncios del título los pone la madre de una adolescente violada y asesinada para que la policía abandone la desidia burocrática y avance en la investigación.

Está protagonizada por la inmensa Frances McDormand, secundada de lujo por Sam Rockwell y Woody Harrelson, y con buenas actuaciones del resto del elenco, a saber Abbie Cornish, Lucas Hedges, Peter Dinklage y John Hawkes entre los más destacados.
Ya ganó unos 4 Globos de Oro, se descuenta que figurará sí o sí entre las candidatas al Óscar y ostenta ya también chiquicientas aspiraciones a cuanto premio hay. Ah, la escribió y dirigió Martin McDonagh. Como los datos nos ponen a salvo de no develar sorpresas, sigamos con los mismos.

¿Quién corno es Martin McDonagh? En su origen fue un dramaturgo irlandés que saltó a la fama con su opera prima The beauty queen of Leenane (1996) la primera de lo que llamó The Leenane Trilogy que se completó con A Skull in Connemara y The Lonesome West, ambas de 1997.  Inició luego una nueva tríada que llamó The Aran Islands Trilogy, que se compone de The Cripple of Inishmaan (1997), The Lieutenant of Inishmore (2001) y The Banshees of Inisheer (no editada ni estrenada porque su autor la considera “no lo bastante buena”). Su primera pieza no irlandesa es The Pillowman (2003) que transcurre bajo el estado totalitario de un país inventado. A Behanding in Spkane (2010) es su primera obra que sucede en EEUU y Hangmen (2015) transcurre en Gran Bretaña en 1965. O sea, que aunque él no las clasificó como tal, estamos ante una nueva trilogía a la que podríamos designar “Las no irlandesas”.

Ahora sabemos que a pesar de todas las satisfacciones que le dio el teatro, no es su medio de expresión favorito, que es el cine, algo que sus obras dejaban translucir, porque más allá de su impecable construcción dramática, tienen sólidos y frondosos argumentos, algo que el cine agradece mucho.

Confesó también que sus autores favoritos son Pinter y Tarantino, algo también muy deducible en su trabajo. Sus diálogos hacen malabares pinterianos y tarantinianos y sus personajes, como la dinamita, tendrían que venir con la leyenda de manéjense con cuidado, porque son contingencia y volatilidad puras, no solo por lo que hacen sino por su capacidad de hacer explotar cuanto precepto moral tengamos como espectadores.

Después de dirigir un corto Six shooter (2004) estarizado por Brendan Gleeson, Ruaidhri Conroy, David Wilmot y Aisling O'Sullivan y premiado con un Óscar al Mejor Corto No Animado de ese año (el hombre es muy ganador de premios) hizo su debut en el largo con In Bruges (rebautizado por aquí como Escondidos en Brujas) con los protagónicos de Colin Farrell, Brendan Gleeson y Ralph Fiennes, una de asesinos tan singulares como tarantinianos. Le siguió en 2012 Siete Psicópatas con Colin Farrell, Christopher Walken, Woody Harrelson y Sam Rockwell, entre otros notables. A su autor no le gusta mucho, dice que es “demasiado canchera y poco empática con los personajes”, algo con lo que coincido solo hasta ahí, pero bueno, él es el autor. Eso sí, ojo, como buen irlandés, es provocador y bromista, así que conviene siempre tamizar sus declaraciones y no tomarlas al pie de la letra, vociferó  por ahí , por ejemplo, que Shakespeare y Chejov son aburridos. Y ahora nos instala estos Three Billboards outside Ebbing, Missouri que lo consagran como una “figura” del cine, deja de ser el dramaturgo advenedizo. La carrada de premios y el diluvio de elogios lo ungen “Director a tener en cuenta”. Ironías al margen, el hombre es talentoso y se le nota mucho.

En la Argentina se montaron sus obras más famosas. En 1999 se conoció La reina de la belleza dirigida por Oscar Barney Finn con un elenco soñado: Aída Luz, Leonor Manso, Pablo Rago y Alejandro Awada. En la temporada 2008 se estrenó The Pillowman con dirección de Enrique Federman y protagonizado por Pablo Echarri, Carlos Belloso, Carlos Santamaría, Vando Villamil y Brian Sichel.

Gustavo Monteros

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