jueves, 9 de enero de 2014

Una segunda oportunidad




Siempre procuro ser cohesivo, elocuente. Esta vez me permitiré balbucear, ser incoherente incluso.


 Si tienen más de 40 años, pongan su vida entre paréntesis por un rato y vayan a ver esta película. Si tienen menos de 40, vayan igual porque vislumbrarán lo que les espera. Que hacerse mayor no es crecer sino volverse más niño. Con disfraces de adultez.


Eva (Julia Louis-Dreyfus) una masajista (divorciada y con una hija lista para partir a la universidad) acompaña a su amiga psicóloga, Sarah (Toni Collette) y al marido de ésta, Will (Ben Falcone) a una fiesta en la que por separado conoce a Albert (James Gandolfini) y a Marianne (Catherine Keener). Saldrá con Albert y desde una relación profesional al principio desarrollará con Marianne una amistad. Que Albert haya estado casado con Marianne es una coincidencia de película que Eva descubrirá y callará… Hum…


Toda ficción es un artilugio y una comedia más todavía, como nunca la parte chispeante de la vida sin los momentos aburridos. Sin embargo, una buena comedia (y ésta lo es en grado sumo) desnuda más verdades que el más altisonante de los dramas. Porque el hombre en el fondo es ridículo, a pesar del alto concepto que tiene de sí mismo.


Los nudos de las comedias se atan mejor de a tríos. Y aquí hay varios. Al ya mencionado se suma que hay tres mujeres jóvenes (la hija de Albert y Marianne, la hija de Eva y su amiga Chloe) a punto de abrirse camino. Y claro sus madres que ya se han abierto camino. Hay dos ex maridos y un esposo. Y así sucesivamente. Después de verla desanden los tríos y disfrutarán aun más de sus relaciones y sus consecuencias.


Por ejemplo, Sarah (la inmensa Toni Collette) jamás dejará a su marido ni despedirá a su mucama, relaciones tan arraigadas como poco asumidas. Ser psicóloga la despista más que hacerla más sabia.


Una buena comedia se agiganta con actores que saben jugar las implicancias y el estilo. Y este elenco juega como nadie, mejor que nadie.


Esta comedia, más allá de todas sus virtudes, se destaca por ser el primer trabajo póstumo que se conoce de Gandolfini. Muchos lo han dicho y lo repito porque es exacto, el personaje que encarna aquí es el opuesto perfecto de su célebre Tony Soprano. Si Tony Soprano era un duro que dejaba entrever el tierno que había debajo, aquí su Albert es un tierno que deja entrever el duro que pueden desatar.


Perdón, llego tarde en mi recomendación, esta película ya se exhibe en horarios acotados: a las 21:15 y 23:15 en el Cinema Paradiso, pero es verano y es mejor ir al cine de noche. Tardé porque todavía estoy peleado con Gandolfini por haberse ido de gira. Y soy lento con los duelos… todavía no perdoné a Humphrey Bogart…


Un abrazo, Gustavo Monteros
 
 Ah, dirigió y escribió este film la buena de Nicole Holofcener (Amigos con dinero) y su título original es Enough said (Está todo dicho).

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