jueves, 9 de enero de 2014

La increíble vida de Walter Mitty






The secret life of Walter Mitty de James Thurber es uno de los cuentos más deliciosos de la literatura estadounidense. Mitty, un hombre torpe, algo viejo, casado con una mujer mandona supera su gris realidad soñando despierto aventuras investidas de todos los lugares comunes de las historietas y las películas. Con su mujer van en auto a la ciudad en una visita semanal. Primero sueña que es un intrépido comandante naval que urge a sus hombres seguir viaje en un mar helado en medio de una gran tormenta de nieve. La mujer le pide que baje la velocidad, porque es invierno y las ruedas tienen cadenas antinieve, entonces el sueño se desvanece. Deja a su mujer en la peluquería, quien antes de bajar le pide que se ponga los guantes, él obedece. Conduce unas cuadras y se los saca. Los guantes lo instan a soñar que es un cirujano que realiza con éxito una operación peligrosa. Ubica mal el auto en el estacionamiento de un supermercado, el encargado le grita que se detenga, que le dé las llaves, que él se ocupará de hacerlo bien y el sueño desaparece. Entra a comprar unas galochas, tal como ordenó su mujer, sale y procura recordar qué más le pidió su mujer que comprara, recuerda finalmente que son unas galletas para el perro. Las compra. Sueña entonces que es un asesino, quien en medio del juicio reconoce ser un tirador experto y se incrimina. Va a esperar a su  mujer al hall del hotel, como hace siempre. Sueña entonces que es un as de la aviación en la primera guerra mundial que piloteará solo en una misión suicida un avión de doble comando para bombardear un hangar enemigo. La llegada de la mujer detiene el sueño. Salen juntos del hotel, la mujer decide entrar a una tienda y le pide que la espere afuera, él se apoya contra una pared, prende un cigarrillo, lo fuma y cuando lo tira, sueña que es el penúltimo gesto audaz que se permite antes de rechazar la venda y enfrentar un pelotón de fusilamiento.



Se publicó en 1939 en The New Yorker y fue tremendamente popular. Tanto que el sustantivo inventado a partir del apellido del personaje principal, Mittysmo, refiere a la capacidad de algunos hombres de evadir de la realidad a través de un mundo de fantasía.



Fue traicionado por el cine por primera vez en 1947, como un vehículo de lucimiento para los talentos de Danny Kaye. Convirtieron al personaje en un editor de novelitas de aventuras que se la pasaba soñando y que a decir verdad más que evadir la realidad, la concibe como el argumento de una ficción. Danny Kaye tuvo sus grandes momentos de humor físico y canciones cuyas letras enrevesadas emitía, tal como era su habilidad única, a la velocidad del rayo.



Ahora Ben Stiller vuelve a traicionar el cuento. Esta vez es un manipulador de negativos para el departamento de fotografía de la revista Life, que dejará de publicarse para pasar a ser sólo una edición online. Es un hombre gris y solitario que compensa su pobre y triste realidad con fantasías de heroísmo de distinto calibre. Sus sueños son chistes verbales, visuales, parodias de películas pochocleras, una sátira al súper bodrio de El curioso caso de Benjamin Button, (perdón si aman este film, la mía es solo una opinión) canciones, etc. La pérdida de un negativo del fotógrafo estrella (Sean Penn) lo obligará a dejar de soñar y a vivir aventuras verdaderas. Stiller armó una comedia melancólica con buenos momentos y otros no tanto, aunque el saldo es positivo, se sigue con agrado y deja un recuerdo entrañable.



Ambas versiones, tanto la de 1947 como la de 2013, fallaron en traducir la esencia del cuento, lo importante es que Mitty huya de una realidad adversa a través de un mundo de ficción, eso es lo que conmueve y despierta nuestra simpatía por él, y no que confunda realidad y ficción, o que compense realidad con ficción, lo que provoca otra empatía, más clínica, puesto que deja de ser un hombre débil que se fortalece con la imaginación para transformarse en un iluso desquiciado.



Para dejarlo en claro fue que comencé con el argumento del cuento. Walter Mitty es ante todo un superviviente. Es víctima de una esposa prepotente a la que obedece al pie de la letra y para no matarla o suicidarse, o ambas cosas, se refugia en un mundo de ficción y reemplaza cada orden a cumplir en un sueño heroico, no confunde realidad y ficción, ni compensa una con la otra. Es quizá un filósofo que sobrevive gracias a la ficción. Es un personaje fascinante y sin duda gozará de otra película como protagonista. Ojalá que la próxima vez no lo traicionen.



Un abrazo, Gustavo Monteros
 

Los distribuidores en su afán de vender mejor sus productos siguen con su costumbre de desvirtuar los títulos originales. Esta película se llama The secret life of Walter Mitty (o sea La vida secreta de Walter Mitty). Como “secreta” no les parecía con suficiente punch, lo cambiaron por “increíble”. Lo increíble es que se les haya ocurrido semejante idiotez. Muchachos, larguen el té de vodka y déjense de pavadas.

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