Alerta de spoiler
Si bien no voy a contar nada que no aparezca en el
tráiler, a los que no les gusta que les adelanten nada del argumento, pueden
saltearse un par de párrafos y leer solo las conclusiones, antes de ver la
película.
Comienza como una de amor. Chica joven (Ellen Page)
conoce a chica madura (Julianne Moore). Hay química. Después de una primera
cita con más altibajos que vuelta en montaña rusa, equilibran relación y se van
a vivir juntas. Compran casa, consiguen un perro y hasta ratifican su unión con
un certificado de hogar compartido o algo así, esos tristes y absurdos
sucedáneos que precedieron a la aceptación del matrimonio entre dos personas
del mismo sexo.
Sigue como una de enfermedad. Chica madura padece
dolores, se hace ver y, shit, le diagnostican una enfermedad terminal. Comienza
tratamiento.
Y termina como testimonial. Chica madura que es
policía quiere dejarle a chica joven su pensión como herencia. No puede, no
están casadas. Compañero de chica madura policía (Michael Shannon) comienza una
cruzada para hacer realidad la ambición de su partner, se agencia la ayuda de
activista vociferante y desenfadado (Steve Carrell). El consejo municipal que
debe decidir la cuestión no quiere sentar un precedente, entonces…
Las tres películas, cuatro en realidad porque al
principio hay, como prologo, una policial, que nos muestra lo dedicada que es
chica madura, y los buenos compañeros que son con su partner, bueno, todas esas
mini películas se refugian bajo el cartel-paraguas que aparece detrás de los
créditos de las productoras y distribuidoras al principio-principio, el famoso
Basado en hechos reales.
La característica más saliente de esta película es que
es prolija, prolija, prolija. Hasta la exasperación. Como en vidriera de mueblería,
todo está en su lugar, bonito y ordenadito, pero sin vida. Como la planta de
plástico del rincón.
Bah, el problema en realidad es que se basa en un
documental que relata las penurias de estas dos mujeres luchadoras, y esta
ficcionalización, de tan respetuosa, es medio fría e impersonal. Los buenos
modales hacen lindos discursos, pero no arte duradero.
Sin embargo, el arte de los actores la hace atendible.
La cámara ama a Ellen Page y hace bien, tiene una manera única de ganarse la
atención, es toda una estrella de cine. Julianne Moore es un supermercado de
talento, y aprovecha cada papel para desplegar sus ofertas, que no son pocas,
lejos de ello. Michael Shannon, como nuestro gran Ricardo Darín, se asimila a
los papeles y parece no estar actuando, o que todo le sale muy naturalmente,
casi sin esfuerzo, pero que cuando nos
tomamos la molestia de desarmar su actuación vemos que, en realidad, han
trabajado con sudor y a conciencia cada aspecto del personaje, sin dejar arista
que cubrir. Last but not least, el astuto Steve Carrell, en un personaje que
daba para el trazo grueso, la sobreactuación, brinda un ejemplo de contención
histriónica, la contradicción de términos es solo aparente.
En resumen, una dolorosa peripecia personal que el
guión de Ron Nyswaner (Filadelfia) y la dirección de Peter Sollett intentan opacar, pero que los actores procuran iluminar. ¿Quiénes
ganan?, los actores. A veces, el cine, pese a todas las teorías en contrario,
se vuelve territorio de actores.
Gustavo Monteros
Que buenas criticas escribe este tipo...!!!
ResponderEliminarGracias!!!
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