viernes, 21 de noviembre de 2014

Caminando entre tumbas



Por esas cosas fortuitas que tienen las carreras de los actores, Liam Neeson, se topó, ya de grandecito, con encarnar héroes de acción. Y se le da bien esto de andar a los tiros y a las patadas, le sale creíble, factible, por más que ya no esté tan erguido, tenga muchas canas y las tragedias (la de su súbita viudez y el alcoholismo) le hayan bifurcado las arrugas.


Esta vez es Matt Scudder, un detective privado, protagonista de una serie de novelas de Lawrence Brock. (Este mismo personaje fue interpretado por Jeff Bridges en 1988 en Morir mil veces de Hal Ashby).


Un narcotraficante Kenny Kristo (Dan Stevens, el ex Matthew Crawley de Downton Abbey en plan de cara de dolor de muelas constante) le pide a Scudder que averigüe quién mató a su esposa para vengarse.


Dirigió Scott Frank con precisión la mayor parte de las veces. Por momentos, el film tiene la sequedad del buen noir. En otros, no tanto. No, más bien cae en la ñoñería de las viejas series policiales. Pero como cuando la pega, raya alto, la cosa se sigue con interés.


En resumen, de visita obligatoria para los que aman el policial más bien negro.

Gustavo Monteros

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