jueves, 30 de octubre de 2014

¿Solo amigos?



Toparse con una buena comedia romántica es más difícil que hallar el amor verdadero. Por cada Cuando Harry conoció a Sally o Un lugar llamado Notting Hill nos tropezamos con cientos de intentos fallidos con los que nos aburrimos y dormimos por más entusiasmo que les pongamos. ¿Solo amigos? de Michael Dowse no sé si está a la altura de los clásicos mencionados, pero al menos está lejos de avergonzar al género.


Como Harry y Sally, Wallace (Daniel Harry Potter Radcliffe) y Chantry (Zoe Kazan que fuera la deliciosa Ruby Sparks) comienzan como amigos. La dificultad para pasar a mayores radica en que ella está en pareja (¿ideal?) con Ben (Rafe Spall). El amor está, claro, más cerca de lo que imaginan, aunque como en la vida real reconocerlo y aceptarlo se vuelve una aventura o una desventura. Los personajes son sólidos, las situaciones están bien armadas y el conflicto central, si bien suena adolescente, se sostiene y genera el apropiado suspenso sobre si la cosa terminará en boda o en despedida final.


Radcliffe y Kazan, por separado, son la mar de simpáticos, tanto que corremos el riesgo de ahogarnos, de ahí que no sé si tienen mucha química entre ellos. Radcliffe como galán todavía no ha aprendido la lección de los maestros Hugh Grant y Colin Farrell, amar a las coprotagonistas por más que ellas no retribuyan tamaña molestia. No importará a la larga y se estará siempre sobre terreno seguro, porque pueden que no enamoren a la damita joven que les toque enfrente, pero enamorarán al público que es el que paga, pierde el tiempo y pone la fe en que lo entretengan un rato. Otro maestro anterior, el gran Cary Grant, hizo carrera perdurable e incluso hoy no se lo olvida, amando a mansalva. Ser galán es algo más que tener la tener la suerte de la buena prestancia y la seducción. Los ganadores de la pantalla tienen que aprender lo que los perdedores de abajo sabemos, para que sea factible que la chica se quede, hay que trabajar más que el obrero del monumento al trabajo. Radcliffe lo tiene al alcance de la mano, y cuenta además con la ventaja de su pasado de mago, así que ojalá lo comprenda y obre en consecuencia.


En realidad, lo único que me molestó, y mucho, de esta película es que todos los personajes hablaran del mismo modo y tuvieran el mismo sentido del humor, una mezcla de disparates con alusiones sexuales continuas. Puede que se quisiera dar la idea de un grupo etario con un código en común, pero ¿y el jefe de Radcliffe? Él sin duda no pertenece a dicho grupo y sin embargo habla igual. No es que pretenda que los guionistas sean expertos en distintos registros de habla, pero que todos, absolutamente todos, hablen en un estilo tan singular me parece un error grosero.
 

En resumen, una comedia simpática con grandes posibilidades de convertirse con el tiempo en entrañable.

Un abrazo, Gustavo Monteros

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