viernes, 28 de junio de 2013

Antes de la medianoche




La historia se hace de noche decía el título de la vieja película. Según la experiencia del director Richard Linklater y de los actores Julie Delpy y Ethan Hawke, podríamos decir: la historia se hace sin querer y sin saberlo. En 1995 los tres, como buenos artistas que son, pusieron lo mejor de sí para hacer Antes del amanecer, una comedia romántica muy peculiar. Si alguien les hubiera dicho que, aparte de una buena película, estaban haciendo historia, quizá no le hubieran creído. Sin embargo así fue. Jesse y Celine y su viaje de Budapest a Viena se convirtieron en el referente de toda una generación. Se consideró al film como el equivalente de los noventa de Casablanca, por lo mítica y romántica.

En 2004 sintieron la necesidad de darle a la historia un segundo capítulo y crearon Antes del atardecer. Se encontraron esa vez en la eternamente luminosa París. Con esta segunda parte se inscribían en la tradición de los proyectos que toman personajes y sus historias a través de los años. (El ejemplo más recordado y venerado es el de Francois Truffaut y su Antoine Doinel. En 1958 Truffaut para gloria del cine y de la humanidad hizo Los 400 golpes con Antoine como su protagonista ficcional, quien reaparecería dos veces en 1962, primero en un mediometraje, Antoine y Colette y después en el largo, El amor a los 20 años. En 1968 tocaría  La hora del amor. En 1970 establecería Domicilio conyugal y se despediría en 1979 con El amor en fuga. Interpretado siempre por Jean-Pierre Léaud.)

Como no hay dos sin tres, el díptico se convirtió en tríptico, Grecia es ahora el escenario.

Si se vieron las anteriores, ¿cómo perderse ésta? Si no se vieron las anteriores, ¿cómo no acercarse a conocerlos? (Yo todavía no la vi, pero sin duda lo haré.)(O no, la vida es pura contingencia.)

Por desgracia la historia real detrás de la ficción es malograda. En 1989, Linklater estaba en Filadelfia de paso por una noche. En una juguetería conoció a Amy Lehrhaupt. Pasó la noche con ella, conversando y esas cosas. En algún momento le dijo que haría una película con lo que estaba pasando entre ellos. La relación continuó telefónicamente hasta que se truncó. Cuando presentaba Antes del amanecer pensaba que Amy aparecería, pero para su decepción no pasó. Recién hace unos tres años supo por qué. Un amigo de Amy le mandó una carta contándole que unas semanas antes de que comenzara el rodaje de Antes del amanecer, Amy había muerto en un accidente de tránsito. El cine es más benigno que la realidad.

Aparte de la hasta ahora trilogía de Antes de…, Richard Linklater, entre otras, dirigió: Bernie, Me and Orson Welles, Una mirada a la oscuridad, Fast Food Nation, Bad News Bears, Escuela de rock, Despertando a la vida, La pandilla Newton, SubUrbia, Rebeldes y confundidos, Slacker.
Un abrazo, Gustavo Monteros

jueves, 20 de junio de 2013

A puro pochoclo




Y los distribuidores locales tuvieron razón nomás. La cacería no duró mucho. Ya no está en cartel y con su partida la cartelera local exhibe sólo películas pochocleras, es decir típicos productos del cine industrial yanqui. Dos son los estrenos: Monsters University precuela de la vieja y peluda, adorablemente peluda, Monsters Inc. Pixar nos cuenta ahora cómo los asustadores llegaron a serlo. Sin duda la propuesta más interesante de la semana. En el otro estreno, Guerra mundial Z, el astro Z, perdón no lo puedo evitar, el muchacho, bue, muchacho lo que se dice muchacho ya no es, no me cae ni ahí, sí, es el blondo Brad Pitt, quien salva al mundo de una epidemia que convierte a los humanos en…. ¡zombis! Qué se le va a hacer, los zombis están de moda. Ideal para los que gustan de efectos especiales y para los que no pueden vivir sin ver a Brad un par de veces al año.

Siguen Superman: hombre de acero (un Superman más y van…), ¿Qué pasó ayer? parte 3, Después de la Tierra (¡mama mía, qué bodrio!), El gran casamiento (¿Robert De Niro leerá los guiones antes de aceptar un contrato? Parece que no), Héroes del espacio, Nada es lo que parece (tramposa pero entretenida película de magos), Rápido y furioso 6 y Scary movie 5.

A hacerse de un gran balde de pochoclo y a disfrutar, si se puede, del título elegido.

¡Feliz fin de semana largo!
Un abrazo, Gustavo Monteros

miércoles, 19 de junio de 2013

Chau, Tony Soprano

James Gandolfini (1961-2013) "Ten más modestia, muerte (...) Menos humos, que veremos tu fin, tu muerte" (John Donne) Pero mientras tanto, mierda, mierda, mierda

viernes, 14 de junio de 2013

La cacería



Esta vez empezaré al revés, comenzaré por la conclusión. De esta crónica, que de la película sería muy injusto. La cacería es una película excelente, imperdible, sin lugar a dudas una de las mejores que veremos este año. Es la historia de la pesadilla de un hombre inocente. Un pobre tipo al que acusan de pedofilia.

Lucas (Mads Mikkelsen) trabaja en un jardín de infantes. Es un maestro muy bueno. Está separado y es padre de un adolescente. Un día, Klara (Annika Wedderkopp), la hija de su mejor amigo y compadre, Theo (Thomas Bo Larsen) dice que Lucas le ha mostrado su miembro. Se activa un protocolo que desconoce todo lo que Freud, sus epígonos y detractores, escribieron sobre la sexualidad infantil y que se asienta en una premisa falsa considerada no obstante verdad irrefutable: los chicos no mienten. Quizá, no en sentido bíblico al menos, con la intencionalidad del engaño, pero más allá de toda discusión, podemos asegurar categóricamente que fantasean. Plantean hipótesis que juegan a considerarlas reales y con las que experimentan hasta eventualmente descartarlas. La pedofilia es una aberración tan absoluta que la mera sospecha de su existencia lleva implícita el veredicto de culpabilidad. Es una sospecha que no admite tibiezas y que desata una histeria de persecución y ajustamiento. Por temor y por sentido común se aparta al sospechado pero también a la presunción de inocencia, sólo queda la posibilidad de la ratificación de la culpa.

La película no juega con nuestros juicios morales ni especula con vueltas de tuerca sorpresivas, sabemos con certeza que Lucas es inocente y se nos muestra con contundente claridad cómo el caso se forma. La tragedia se amplifica porque Lucas está asentado e integrado al pequeño pueblo en el que transcurre la historia. Sencillamente no puede armar las valijas e intentar otra vida en otro lugar. Todos lo conocen desde que nació y sin embargo basta la instalación de la sospecha para que lo desconozcan al instante. A la larga todos son víctimas de una cacería inútil, de una broma entre hermanos que pudo no tener ninguna consecuencia, de un ataque de celos que pudo desarmarse. Como siempre la parte  más indefensa pagará con su vida la ferocidad desatada.

El final puede parecer abierto y no, es uno de los finales más claros y definitivos de la historia del cine, y no digo más para que no se me escape una pista.

Por la índole del trabajo, los docentes son los más proclives a ser acusados de pedofilia. Cuando un caso adquiere trascendencia, la verdad sea dicha, por horrible que suene, casi se desea que sea cierto, porque de no serlo, una vida inocente queda arruinada para siempre.

La dirigió el danés Thomas Vinterberg (La celebración, Todo es por amor, Querida Wendy, Submarino) y lleva ganada con toda justicia unos cuantos premios en festivales internacionales, entre los más importantes, unos palmares del festival de Cannes del año pasado.

Consejo de amigo, véanla pronto, los cines locales le tienen poca confianza, ya que la estrenan en horarios restringidos, se exhibe a las 16:35 y a  las 21:05 en el Cinema Paradiso.
Un abrazo, Gustavo Monteros

viernes, 7 de junio de 2013

Un lugar donde refugiarse



Hay gente que tiene mucha suerte en la vida y puede vender el pan de anteayer convenciendo a todos de que está recién horneado. El novelista estadounidense Nicholas Sparks es uno de los más mediocres (y son benévolo) que hayan existido. Sus historias ya eran vetustas la primera vez que se usaron, sus personajes tienen psicología cero, los conflictos que maneja ofenden la etimología del término. Sin embargo, sus libros se venden mejor que el pan fresco y prácticamente todos fueron llevados al cine con parejo éxito: Cuando te encuentre, La última canción, Querido John, Noches de tormenta, Diario de una pasión, Un amor para recordar, Mensaje de amor. El hombre es muy celebrado, ni que fuera Shakespeare (qué se le va a hacer, el éxito glorifica) y tiene ganados más millones de dólares que pulgas el perro callejero (si la envidia fuera tiña, y verde, yo ya sería el increíble Hulk). ¿Será que el hambre de historias de amor jamás se sacia? La cruelmente vilipendiada Corín Tellado al lado de este ladrón de gallinas es Virginia Woolf.

En el inicio de esta historia (de alguna manera hay que llamarla), una joven tirando a bonita (Julianne Hough) comete un acto de sangre (contra quien lo perpetra y lo que esta persona hace a continuación no cierra ni ahí, pero ¿a quién le importa?) y huye. Se sube a un ómnibus que va a Atlanta, pero se baja antes en una población costera (Sparks adora las poblaciones costeras, son tan evocadoras y fotogénicas), conoce a un viudo doliente pero querendón (Josh Duhamel), con dos hijitos encantadores, un nene y una nena, porque a Sparks las familias típicas y lo convencional le tiran. ¿Se enamorarán? Mejor no hago preguntas idiotas. Le aparece a la chica, en la miserable y sin embargo adorable cabaña que alquila, una mujer que querrá ser su amiga y que a la postre dará una vuelta de argumento que sería ligerísimamente interesante si la intriga no estuviera tan mal construida. El oscuro pasado de la chica no tardará en acecharla. ¿Cuándo? ¡El cuatro de julio! Porque Sparks es más patriotero que el tío Sam. Entonces…

Dirigió, es un decir, el sueco Lasse Hallström (El año del arco irís, ¿A quién ama Gibert Grapes?, El poder del amor, Las reglas de la vida, Chocolate, Atando cabos, Siempre a tu lado, Un amor imposible) que ya le llevara al cine al ¿novelista? Sparks, su Querido John.

Los actores hacen como que actúan, lo cual prácticamente en titánico teniendo en cuenta lo insustanciales que son los personajes.

El trámite dura ¡115 minutos! (15 minutos sobraban para contar el inexistente argumento). Un lugar donde refugiarse busca el espectador después de haber pagado una entrada para ver esta cosa.

En fin, sólo para románticos y románticas incurables, muy incurables. Entonces por qué la vi, se preguntarán ustedes, si Nicholas Sparks me da más escozor que la hemorroide propia y la halitosis ajena. Porque no lo puedo evitar, ¡tengo más alma de bolero que telenovelera adicta! Amor, amoooor, nació de mí, nació de ti, de la esperanzaaa…

Un abrazo, Gustavo Monteros