sábado, 31 de marzo de 2012

Drive


Drive de Nicolas Winding Refn me hizo sentir más viejo que Matusalén. No la película en sí, sino las reacciones críticas que provocó. Desde su estreno en Cannes en mayo del año pasado, los críticos tomaron la lira y se pusieron a componer himnos y odas a su originalidad y audacia. ¿Originalidad? ¿Audacia? O los críticos sufren de amnesia generalizada o tienen todos 20 años y la película clásica más vieja que vieron es Volver al futuro.

Vayamos por partes. ¿Originalidad? El argumento es una reformulación del western estilo Shane (George Stevens, 1953). Héroe de pasado desconocido pero lleno de recursos ayuda a dama y/o familia en problemas. La dama tiene un hijo pequeño, o sea que el héroe es tanto amante como padre sustituto. En este caso, el marido de la dama regresa de la cárcel y el héroe deberá ayudarlo a salir de un “problemita” con los malos. Por supuesto el problemita se complica y la trama se densifica.

El héroe es parco y taciturno como los protagonistas de Jean Pierre Melville, en especial los de Le doulus/Morir matando (1962) y El samurái (1967). Melville, admirador de Bogart como quien esto escribe, despojó al personaje bogartiano típico de locuacidad e ingenio y lo sumió en la parquedad porque ahora la amargura y el desencanto de conocer el mundo tal cual es le impide hasta cacarear.

¿Audacia? Como El artista o casi todas las películas contemporáneas, Drive está más llena de citas que una antología. No quiero aburrir repasando la historia del policial de los 30 a la fecha, pero basta con ver las fotos de la película para saber que se nutre de y homenajea a cuanto puede y encuentra. No critico que así sea, en cine ya está todo inventado. Incluso uno si pudiera dirigir una película, la llenaría de citas y remedos de obras maestras.

Aunque pensándolo bien, quizá la audacia y la originalidad de Drive haya sido acumular tantos homenajes e integrarlos tan bien que dé pereza ponerse a desmenuzarlos y obligue a los críticos a dar por nuevo lo que es más viejo que el tiempo.

Pero que la sensación de un chaparrón de años que se me cayó encima no llame a confusión. Drive es una muy buena película. Que no sea ni audaz ni originalidad no le quita mérito alguno. El único pero que le encuentro es que la motivación del personaje de Ron Perlman para hacer lo que hace (y que no se puede contar sin revelar demasiado) es un poco endeble y no termina de cerrar. Una pequeña mácula que no empaña el resultado final.

Ryan Gosling puede hacer lo que se le dé la gana, como aquí que juega al héroe de acción, previo paso (intensivo) por el gimnasio. Carey Mulligan es un dechado de expresividad y ya exhibe un inusitado y humillante talento. Bryan Cranston no podría actuar mal aunque lo intentara. Su personaje conmueve y enoja por partidas iguales. A Ron Perlman le basta con poner su cara sin igual para dar el papel. La “supuesta” sorpresa la da Albert Brooks, actor cómico (también guionista y director, no de esta película, claro) en su primer papel “serio”. Como antes Jim Carrey y Bill Murray, Brooks confirma la regla de que los actores cómicos pueden hacer roles dramáticos  con convicción e intensidad cualquier día de la semana. Son generalmente los actores dramáticos los que no pueden cruzar el puente de hacer reír con ganas. Los cómicos no recibirán premios, pero tarde o temprano demuestran ser más completos que los dramáticos.

Si pueden, véanla. Entre otros hallazgos, tiene una persecución inicial y una escena de asalto, diestras y elegantes como pocas.
Un abrazo, Gustavo Monteros

3 comentarios:

  1. Otra vez yo !

    Después de leer tu crítica o mas bien opinión a To Rome With Love y darme cuenta que parece que compartimos bastantes ideas... decidí leer más de tu trabajo.


    Ahora que leo esta "entrada" confirmo lo que te acabo de mencionar.

    Al igual (pero alrevés) de la mencionada de Roma...
    empecé a ver Drive dejándome llevar por las críticas que había leído que la ponían como una joya fílmica.
    Y me topé con pura decepción.
    La película se me hizo lo mismo de siempre pero peor.
    Ya para el año 2012 hemos visto tantas películas que hacer una "como las de antes" se me hace absurdo. Bueno claro, si les sale tan mal.

    Se me hizo lenta, facilona.

    Ryan es un buen actor, Carey me gusta (como actriz y físicamente es muy bella) e incluso Bryan Cranston me agrada porque poco a poco se ha quitado la etiqueta de actor de comedia que le dio Malolm...
    Pero ni la mejor de las actuaciones salvan a la película =/

    Saludos Gustavo

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  2. Coincidir siempre da alegría, espero que cuando no lo hagamos generemos un buen debate. Ver cine es un placer que se recrea en los recuerdos que genera y en las discusiones que despierta.

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